Argentina al límite: FMI y EE.UU. exigen reformas drásticas a Caputo
FMI y EE.UU. presionan a Argentina por reformas económicas
A horas de la crucial reunión en Washington entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, reveló una conversación clave con Bessent. El objetivo: coordinar un posible apoyo financiero a Argentina, pero con condiciones claras.
Georgieva, a través de su cuenta de 'X', destacó la “coordinación del apoyo a las reformas integrales de Argentina”, sugiriendo que la asistencia está atada a la implementación de medidas económicas específicas. Bessent, por su parte, espera recibir al equipo económico argentino para avanzar en los esquemas de respaldo, remarcando la disposición del Tesoro a “hacer lo necesario”.
¿Qué implican los DEG y el Swap?
La asistencia prometida se basa en dos instrumentos principales: el uso de Derechos Especiales de Giro (DEG) de Estados Unidos y una línea de swap de hasta US$ 20.000 millones. Sin embargo, ninguno de estos instrumentos representa liquidez inmediata. El uso de DEG requiere autorizaciones legales específicas y una negociación con el FMI para convertirlos en dólares líquidos. El swap, por su parte, se habilitaría por tramos, con cláusulas técnicas que limitan su uso.
Esto implica que Argentina no tendrá acceso directo e irrestricto a estos fondos, sino que estará sujeta a la aprobación y condiciones tanto del FMI como del Tesoro estadounidense. La situación genera preocupación ante la tensión cambiaria y la urgencia de financiamiento que enfrenta el país.
¿Una señal política para el mercado?
Según fuentes en Washington, la reunión entre Bessent y Georgieva buscó enviar una señal política al mercado, preparando el terreno para un anuncio formal después de las elecciones legislativas. Sin embargo, la condicionalidad del apoyo financiero genera incertidumbre sobre el impacto real de estas medidas en la economía argentina.
Luis Caputo y el equipo económico viajan a Washington con la misión de acelerar la ayuda, pero enfrentan la presión de las exigencias de reformas económicas por parte del FMI y Estados Unidos. El margen de maniobra es estrecho y el futuro económico del país pende de estas negociaciones.