En un giro que evoca fantasmas de la Guerra Fría, el expresidente Donald Trump ha encendido las alarmas a nivel global con un anuncio sobre la reanudación de pruebas nucleares por parte de Estados Unidos. La declaración, realizada a través de su plataforma Truth Social, señala que, "Debido a los programas de pruebas de otros países, he instruido al Departamento de Guerra para que comience a probar nuestras armas nucleares en igualdad de condiciones. Ese proceso comenzará de inmediato".
¿Qué significa esto realmente?
Expertos en control de armamento nuclear han expresado su desconcierto ante la ambigüedad del anuncio. Matthew Bunn, experto de la Universidad de Harvard, desmintió varios puntos de la declaración de Trump, incluyendo la afirmación de que Estados Unidos posee la mayor cantidad de armas nucleares y que otros países están realizando pruebas nucleares. Además, aclaró que las pruebas nucleares no son responsabilidad del Departamento de Defensa, sino del Departamento de Energía.
Tara Drozdenko, directora del Programa de Seguridad Global de la Unión de Científicos Preocupados, advirtió que la reanudación de pruebas nucleares sería una "declaración política con graves consecuencias". Podría incitar a otras potencias nucleares, como Rusia y China, a reactivar sus propios programas de pruebas, dejando a Corea del Norte como la única nación que actualmente no respeta la moratoria sobre estas pruebas.
Impacto Ambiental y en la Salud
La reanudación de pruebas nucleares, especialmente las explosivas, acarrearía serios riesgos ambientales y para la salud humana. La liberación de radiación en la atmósfera y el subsuelo puede contaminar el agua, el suelo y los alimentos, afectando a las poblaciones cercanas y a la vida silvestre. Además, la exposición a la radiación aumenta el riesgo de desarrollar cáncer y otras enfermedades graves.
El futuro de la política nuclear global pende de un hilo. La decisión de Trump podría desencadenar una nueva carrera armamentista y aumentar la inestabilidad internacional. La comunidad internacional observa con preocupación este posible cambio de rumbo y sus potenciales consecuencias devastadoras.