La farándula argentina está que arde. Sabrina Rojas, conductora de Pasó en América, no se guardó nada al ver a su ex, Luciano Castro, participando de la Marcha del Orgullo junto a Griselda Siciliani. ¿El resultado? Una indirecta que incendió las redes y reavivó viejas tensiones.
¿Un padre presente o un activista de la diversidad?
Mientras las imágenes de Castro y Siciliani celebrando el amor y la diversidad recorrían las redes sociales, Rojas aprovechó un informe sobre la marcha en su programa para lanzar una frase lapidaria: “Sí, estuvo un montón de gente en la Marcha del Orgullo... que estaría bueno que esté en otros lugares también”.
La referencia, aunque no explícita, fue interpretada por todos como un dardo directo a Castro, a quien Rojas ha acusado en el pasado de ser un “padre poco presente”. La ironía surge del conflicto que mantienen por la crianza de sus hijos, Esperanza y Fausto, y de la aparente prioridad que Castro le estaría dando a su relación con Siciliani.
El trasfondo del conflicto: ¿Prioridades equivocadas?
Este nuevo capítulo de la “novela” familiar se suma a otros episodios tensos, como la ausencia de Castro en el cumpleaños número 12 de su hija Esperanza. En aquella ocasión, Rojas dejó clara su postura: “Las personas eligen, yo los elijo siempre”.
Mientras tanto, Castro y Siciliani se mostraron felices y comprometidos con la causa LGBTQ+ en la Marcha del Orgullo, compartiendo fotos y videos en sus redes sociales. La pareja se unió a la celebración bajo el lema “Frente al odio y la violencia, más orgullo y unidad”, caminando desde Plaza de Mayo hasta el Congreso rodeados de amigos y militantes.
¿Será este el último round en la batalla mediática entre Sabrina Rojas y Luciano Castro? Solo el tiempo dirá si logran superar sus diferencias por el bien de sus hijos, o si la Marcha del Orgullo simplemente encendió una nueva chispa en un conflicto que parece no tener fin.