La visita de Mauro Icardi y la China Suárez a Argentina ha desatado una ola de comentarios, no precisamente por su romance, sino por el manejo de su tiempo con las hijas de Icardi y Wanda Nara. Mientras la China Suárez promociona su nueva serie en plataformas de streaming, Icardi aprovechó para reencontrarse con sus hijas, un momento que generó controversia por la forma en que se organizó.
¿Tiempo de calidad o exposición mediática?
Según informaron diversos medios, tras apenas dos días de convivencia, Icardi dejó a las niñas al cuidado de una niñera para asistir a entrevistas, primero con Mario Pergolini y luego con Moria Casán. Esta decisión generó un intenso debate en programas de espectáculos como SQP, donde se cuestionó la prioridad que se le estaba dando a las niñas.
Lizardo Ponce fue directo al grano: “¿Dónde están las nenas, digo? ¿Por qué la China no puede estar una entrevista y uno se queda con las nenas?”. Yanina Latorre aportó más detalles, señalando que Icardi solicitó días adicionales de permiso a su club, el Galatasaray, para extender su visita, generando suspicacias sobre sus verdaderas intenciones.
La China Suárez en el ojo de la tormenta
Yanina Latorre también criticó a la China Suárez por exponer a las niñas en un centro comercial durante una campaña publicitaria, repitiendo un patrón que ya había sido cuestionado en su relación con Benjamín Vicuña. Esta situación añadió más leña al fuego, generando aún más controversia en torno a la visita de Icardi y la China Suárez a Argentina.
La situación plantea interrogantes sobre el equilibrio entre las responsabilidades parentales y las exigencias profesionales, especialmente cuando se trata de figuras públicas. La exposición mediática de los niños es un tema delicado que requiere sensibilidad y cuidado, algo que parece haber faltado en esta ocasión.