El São Paulo se enfrenta al Juventude en la 35ª jornada del Brasileirão Betano con la urgencia de recuperarse tras la derrota ante el Corinthians. Sin embargo, un factor externo ha encendido las alarmas en el club: la designación de André Luiz Skettino Policarpo Bento como árbitro del encuentro.
Un árbitro con historial conflictivo
Skettino ya ha sido apartado de su labor en el pasado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) debido a un error considerado 'fatal'. En abril del año anterior, sancionó un penal controvertido a favor del Flamengo contra el Atlético Goianiense, lo que resultó en la victoria del equipo carioca. Este incidente le valió una suspensión y generó dudas sobre su imparcialidad.
Preocupación en el São Paulo
Aunque el episodio ocurrió al inicio del Brasileirão Betano de 2024, la designación de Skettino para el partido contra Juventude ha puesto en alerta al São Paulo. El club, que ya ha expresado su descontento con el arbitraje en varias ocasiones durante esta temporada, teme que decisiones arbitrales puedan perjudicar su desempeño en un momento crucial del campeonato.
El técnico Hernán Crespo deberá lidiar con bajas importantes en su once inicial, incluyendo a Oscar, Lucas Moura y Jonathan Calleri, todos lesionados. Luciano se presenta como la principal carta ofensiva del equipo. Por su parte, el Juventude, dirigido por Tiago Carpini, también afronta numerosas ausencias.
Alineaciones confirmadas
El São Paulo saldrá al campo con Rafael; Ferraresi, Alan Franco y Sabino; Maik, Pablo Maia, Luiz Gustavo, Bobadilla y Ferreira; Luciano y Tapia. El Juventude responderá con Ruan Carneiro; Luan Freitas, Rodrigo Sam y Marcos Paulo; Igor Formiga, Jadson, Caíque, Mandaca y Marcelo Hermes; Gabriel Taliari y Giovanny.
El partido, que se disputará en Vila Belmiro debido a un concierto en el MorumBIS, es crucial para ambos equipos. El São Paulo busca acercarse a los puestos de clasificación a copas internacionales, mientras que el Juventude lucha por evitar el descenso. La actuación del árbitro Skettino estará bajo la lupa, con la esperanza de que su desempeño no influya en el resultado final.