En un partido cargado de tensión y sorpresas, el encuentro entre Manchester United y Everton por la Premier League dejó una imagen que recorrió el mundo: la expulsión de Idrissa Gueye por agredir a su propio compañero, Michael Keane.
¿Qué pasó en Old Trafford?
Corría el minuto 13 del primer tiempo cuando una jugada defensiva desató la polémica. Tras un ataque del Manchester United, Gueye y Keane protagonizaron una discusión acalorada. Al parecer, un reproche de Keane no le sentó bien al senegalés, quien reaccionó con un cachetazo. El árbitro Tony Harrington no dudó y le mostró la tarjeta roja directa, dejando al Everton con diez jugadores.
La decisión arbitral desató la furia de Gueye, quien tuvo que ser retirado del campo por sus compañeros. A pesar de la inferioridad numérica, el Everton logró ponerse en ventaja con un gol de Dewsbury-Hall.
El incidente ocurrió tras una jugada en la que Keane no reaccionó a tiempo para recibir un pase de Gueye, lo que permitió un remate peligroso del Manchester United. La frustración del senegalés se tradujo en una airada protesta y, finalmente, en la agresión que le costó la expulsión.
Gueye, un experimentado futbolista de 36 años con una larga trayectoria en la selección de Senegal y pasos por clubes como Aston Villa y Paris Saint-Germain (donde compartió equipo con Lionel Messi), protagonizó un hecho inusual que sin duda marcará su carrera.
Este tipo de situaciones son poco comunes en el fútbol profesional, pero demuestran la alta tensión que se vive en cada partido y cómo las emociones pueden llevar a los jugadores a cometer errores que terminan perjudicando a sus equipos.
Repercusiones
La expulsión de Gueye generó un gran debate en las redes sociales y en los medios deportivos. Muchos criticaron la reacción del jugador, mientras que otros señalaron la exageración del árbitro al mostrar la tarjeta roja directa.
- La importancia de la disciplina en el fútbol profesional.
- El impacto de la expulsión en el rendimiento del Everton.
- El debate sobre la severidad de la sanción.