Venezuela en Aislamiento Aéreo: Maduro Cancela Permisos a Aerolíneas
El gobierno de Nicolás Maduro ha escalado la tensión en el sector aéreo al revocar las concesiones de vuelo a seis importantes aerolíneas internacionales: Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol. Esta drástica medida, anunciada tras acusaciones de “sumarse a acciones de terrorismo” promovidas por Estados Unidos, ha dejado al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, principal puerta de entrada aérea al país, con una operativa reducida y un panorama desolador.
El aeropuerto, que normalmente bulle de actividad, ahora muestra oficinas cerradas, luces apagadas y avisos de vuelos cancelados. La zona de migraciones, habitualmente concurrida, se encuentra prácticamente vacía. La medida impacta directamente la conectividad de Venezuela con el mundo, aislando aún más al país.
Reacción de la IATA y el Llamado a la Reconsideración
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que representa a más de 300 aerolíneas a nivel global, ha expresado su profunda preocupación y ha instado al régimen de Maduro a “reconsiderar” la cancelación de los permisos de operación. La IATA argumenta que las aerolíneas han priorizado la seguridad de pasajeros y tripulaciones, evitando operar en zonas de alto riesgo, y se muestran dispuestas a restablecer el servicio tan pronto como las condiciones lo permitan.
La IATA enfatizó la importancia de encontrar soluciones que garanticen la seguridad aérea y, al mismo tiempo, preserven la conectividad de Venezuela con el resto del mundo, crucial para la economía y el bienestar de los venezolanos.
Acusaciones y Contexto Político
La vicepresidenta Delcy Rodríguez, durante una comisión intergubernamental con Rusia, acusó a la administración de Trump de buscar aislar a Venezuela y presionar a otras naciones para que las aerolíneas eviten volar a Caracas. En este contexto, el gobierno venezolano ha apostado por incrementar los vuelos con países aliados.
La decisión de Maduro de revocar las concesiones se produce tras el ultimátum de 48 horas a las aerolíneas que suspendieron sus vuelos a Venezuela, bloqueando cualquier aterrizaje o despegue desde aeropuertos locales. La situación actual plantea serias interrogantes sobre el futuro del transporte aéreo en Venezuela y su impacto en la ya frágil economía del país.