El Sevilla FC se enfrenta al Extremadura en la segunda ronda de la Copa del Rey, un partido crucial que llega en un momento de crisis para el equipo andaluz. Tras la derrota en el derbi y un rendimiento irregular en La Liga, el Sevilla necesita urgentemente una victoria para recuperar la confianza y calmar las aguas en Nervión.
Un Sevilla en horas bajas
El equipo dirigido por Matías Almeyda ha sumado cinco derrotas en las últimas seis jornadas de Liga, lo que ha generado dudas sobre la solidez del proyecto. La Copa del Rey se presenta como una oportunidad para cambiar la dinámica y demostrar que el equipo tiene capacidad de reacción.
Bajas sensibles y cantera al rescate
Almeyda ha convocado a cinco canteranos para el partido ante el Extremadura debido a las bajas por lesión de jugadores importantes como Marcao, Nianzou, Januzaj, Suazo y Vargas. Esta situación brinda una oportunidad para que los jóvenes talentos demuestren su valía y aporten frescura al equipo.
- Miguel Sierra, extremo que debutó en el derbi.
- Alberto Flores, portero.
- Andrés Castrín, defensa.
- Oso, mediocampista.
- Manu Bueno, mediocampista.
Un rival con historia sevillista
El Extremadura, que milita en Segunda RFEF, recibe al Sevilla en el Estadio Francisco de la Hera, un escenario que trae recuerdos especiales para los sevillistas. Hace 25 años, el Sevilla jugó como local en este estadio debido a una sanción. Además, la figura de José Antonio Reyes estará presente en la memoria de todos los aficionados, ya que el Extremadura fue el último equipo en el que jugó antes de su trágico fallecimiento.
Afición incondicional
Se espera un masivo desplazamiento de aficionados sevillistas a Almendralejo. Se estima que más de 4.000 seguidores estarán presentes en las gradas del Francisco de la Hera para apoyar a su equipo.
¿Pronóstico reservado?
Aunque el Sevilla es el favorito en el papel, no puede confiarse ante un Extremadura que buscará dar la sorpresa. La Copa del Rey es un torneo donde las sorpresas son habituales, y el Sevilla no puede permitirse un tropiezo en un momento tan delicado.