¡¿Tatuada por un VETERINARIO?! La Loca Anécdota de Marixa Balli
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¡No lo vas a creer! Marixa Balli y su insólita experiencia estética
La siempre controvertida Marixa Balli sorprendió a todos al revelar una anécdota de lo más peculiar: ¡fue tatuada por un veterinario! La ex vedette, conocida por su participación en programas de espectáculos y su exitosa carrera musical, compartió esta historia durante una entrevista, dejando a todos boquiabiertos.
Según relató, todo ocurrió en la década de los 90, cuando acompañó a su gato a una veterinaria para ser castrado. En ese momento, el veterinario le ofreció realizarle un delineado permanente de labios. Marixa, en pleno auge de su carrera y cegada por la fama, aceptó sin dudarlo.
"Era pendeja, estaba en mi mejor momento televisivo y era muy estúpida. Viste que la fama por momentos te estupidiza", confesó Marixa, reconociendo su error. "Pensé que las agujas no me iban a penetrar. Me hirieron el labio, se me hizo todo como una costra. Me había sangrado tanto... el gato se recuperó de la castración y yo quedé herida de bala", agregó entre risas.
El resultado, como era de esperarse, fue desastroso. El veterinario utilizó agujas inadecuadas que le perforaron el labio, causándole un gran dolor y una cicatriz que aún hoy recuerda. "Me dijeron que en tres años se me iba... y nunca más se me fue", lamentó Marixa, quien se arrepiente profundamente de haber confiado en un profesional no capacitado para realizar este tipo de procedimientos estéticos.
Una lección aprendida
A pesar del mal trago, Marixa Balli asegura haber aprendido la lección. "Cuando sos joven, ganás plata, fama, te va bien y pensás que todo es para siempre. Entrás en una bola de pedos que no se puede creer", reflexionó. Hoy, con la experiencia que le dan los años, aconseja a los jóvenes a no dejarse llevar por la fama y a tomar decisiones más conscientes.
- No confiar en profesionales no capacitados para realizar procedimientos estéticos.
- Informarse adecuadamente antes de someterse a cualquier tratamiento.
- No dejarse llevar por la fama y el dinero.