¡La fiesta estalló en Nueva Orleans! Los Pelicans finalmente saborearon la victoria tras superar a los Charlotte Hornets por 116-112 en el Smoothie King Center el martes. Después de seis derrotas consecutivas para iniciar la temporada, el equipo logró su primer triunfo, desatando la euforia entre los fanáticos.
El partido no fue fácil. Los Pelicans, sin Zion Williamson (lesionado del tendón de la corva), llegaron al último cuarto con una desventaja de 93-87. Sin embargo, un impresionante esfuerzo colectivo les permitió superar a los Hornets 29-19 en el período final, sellando así la victoria.
Ocho jugadores de los Pelicans alcanzaron dobles dígitos en puntos, liderados por Trey Murphy, quien anotó 21 puntos con un 5 de 10 en triples. Pero el momento clave llegó gracias a José Alvarado, quien salió desde el banquillo para anotar 18 puntos, incluyendo un triple crucial con 15.4 segundos restantes en el reloj. Alvarado también contribuyó con seis asistencias y dos robos.
El equipo mostró una gran efectividad desde la línea de tres puntos, con un 44.7% de acierto, y dominó el juego rápido con 25 puntos de contraataque. Además, repartieron 27 asistencias, demostrando un buen juego en equipo.
Las redes sociales se inundaron de comentarios de alegría por la victoria. Frases como "¡GANAMOS UN PARTIDO DE BÁSQUETBOL, DIOS MÍO!" y "¡EL INFIERNO SE CONGELÓ!" reflejaron el alivio y la felicidad de los aficionados. Algunos incluso bromearon con la posibilidad de un desfile de celebración.
A pesar del triunfo, algunos fanáticos no olvidan su deseo de un cambio en la dirección técnica. El clamor por el despido del entrenador Willie Green se ha mantenido, aunque esta victoria podría haberle dado un respiro. Los Hornets, cabe destacar, jugaron sin LaMelo Ball y Brandon Miller, ambos lesionados.
Esta victoria, aunque importante, no borra los problemas que enfrentan los Pelicans. La consistencia y la salud de sus jugadores clave serán fundamentales para aspirar a más en esta temporada.